1.
Una estirpe de rancio abolengo. Los fósiles más antiguos de cucarachas datan
del Carbonífero inferior (hace 360-310 millones de años). Eran tan abundantes
en este período que a menudo se le conoce como la Edad de las cucarachas.
2.
La diversidad de las cucarachas. Se conocen unas 3.500 especies de cucarachas
(aunque hay otras fuentes que hablan de 3.700 o incluso 5.000 especies),
agrupadas en 6 familias (blátidos, blatélidos, blabéridos, polifágidos,
criptocércidos y nocticólidos). Sólo 40 habitan en las casas.
3.
El increíble grupo cambiante. Antiguamente, las cucarachas (blatoideos o
blatarios) estuvieron incluidas en el orden de los ortópteros, junto con los
grillos y los saltamontes, aunque ahora pertenecen a un orden diferente,
dictiópteros, que comparten —como suborden— con las mantis religiosas y, según
algunas clasificaciones, las termitas. Otras clasificaciones consideran a los
dictiópteros como un superorden y a los blatoideos como un orden. A pesar de
ello, en la RAE no se han dado por aludidos y en su definición podemos
encontrar que la cucaracha es un:
Insecto
ortóptero, nocturno y corredor, de unos tres centímetros de largo, cuerpo
deprimido, aplanado, de color negro por encima y rojizo por debajo, alas y
élitros rudimentarios en la hembra, antenas filiformes, las seis patas casi
iguales y el abdomen terminado por dos puntas articuladas.
4.
Insectos cosmopolitas. La mayoría de las cucarachas son tropicales, pero unas
pocas son de clima templado. Sólo tres especies de cucarachas, la cucaracha
negra común (Blatta orientalis), la cucaracha americana (Periplaneta americana)
y la cucaracha rubia o alemana (Blatella germanica), están extendidas
mundialmente como consecuencia de las actividades comerciales.
5.
Falso arraigo. A pesar del nombre con reminiscencias teutónicas de la cucaracha
alemana, ésta no procede de Alemania sino, quizás, del sudeste asiático. De
hecho, en Alemania la llaman cucaracha rusa y en Rusia la llaman cucaracha
polaca. La cucaracha americana es originaria de África tropical y fue
introducida en el continente americano a principios del siglo XVII,
probablemente por el tráfico de esclavos. Su nombre genérico, Periplaneta,
significa que vaga por todo el mundo.
6.
Insectos todo-terreno. Hay cucarachas que habitan en cuevas, desiertos,
hormigueros, nidos de aves e incluso algunas especies del sudeste asiático son
semiacuáticas. En hábitats humanos, encuentran su residencia ideal en
almacenes, cocinas, cervecerías o cualquier otro entorno cálido, húmedo y
protegido donde exista abundancia de alimento. Se cree que las cucarachas
comenzaron su asociación con los humanos cuando éstos empezaron a vivir en
cuevas.
7.
No hacen ascos a nada. Aunque la gran mayoría son omnívoras, hay especies que
tienen una dieta más restringida, alimentándose de madera, y para ello cuentan
con la ayuda de microorganismos en su aparato digestivo que digieren la
celulosa. En cautividad, pueden incluso devorar a sus compañeras muertas,
aunque no se atacan ni matan para conseguir alimento. Si pueden elegir,
prefieren los hidratos de carbono.
8.
Con nocturnidad y alevosía. Las cucarachas son insectos nocturnos y se esconden
durante el día en lugares tan inaccesibles como zócalos, bajo los entarimados,
en los conductos de ventilación e incluso desagües y cloacas. Por ello, pueden
pasar inadvertidas durante un largo período de tiempo, aumentando su número
gradualmente. De ahí el dicho popular de que por cada cucaracha se que ve hay
varias decenas escondidas (unas doscientas, se afirma en algunos lugares, pero
prefiero ser conservador para no alarmar). Por la noche se vuelven activas y
vagan en busca de comida. El daño que causan no radica tanto en el material que
comen —normalmente desperdicios— sino en la contaminación de otros productos
con un olor característico. Además, las cucarachas manchan con sus excrementos
y sus patas los lugares por donde andan y se alimentan. Una cucaracha que salga
de una cloaca y luego camine por comida sin proteger puede transmitir —como
vectores de agentes patógenos— enfermedades como la poliomielitis y la salmonelosis,
así como provocar reacciones alérgicas, como asma, en algunas personas. Son
capaces de esparcir al menos 33 tipos de bacterias, 6 tipos de gusanos
parásitos y 7 clases de patógenos humanos.
9.
Las ratas y ratones del mundo de los insectos. A pesar de ser uno de los
insectos más despreciados, menos de un 1% de las especies de cucarachas
constituyen plagas. En términos de consumo de provisiones y transmisión de
enfermedades, las moscas, las pulgas y los escarabajos causan mucho más daño a
los seres humanos que las cucarachas. Aun así, la cucaracha americana, la
cucaracha alemana y la cucaracha negra común son el equivalente entomológico a
las ratas y los ratones.
10.
Las inmortales. Las cucarachas son extremadamente difíciles de erradicar. Son
muy adaptables y tras una experiencia desagradable, pero no fatal, aprenden a
evitar los lugares donde se ha colocado veneno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario